lunes, 23 de noviembre de 2009
Las Fosas Marianas y el Everest.
El Monte Everest es la montaña más alta de la Tierra, con 8.848[1] msnm. Está localizada en el Himalaya, en el continente asiático, y marca la frontera entre Nepal y China. En Nepal es llamado Sagarmatha (la frente del cielo) y en China Chomolungma o Qomolangma Feng (madre del universo). La montaña fue nombrada Everest en honor de Sir George Everest, británico, topógrafo general de la India, en 1865.
El nombre tibetano para el monte Everest es Chomolungma o Qomolangma (que significa "Madre del universo"), y el nombre chino correspondiente es Zhūmùlǎngmǎ Fēng o Shèngmǔ Fēng.
De acuerdo a los registros ingleses de mediados del s. XIX, el nombre local en Darjeeling para la montaña era Deodungha, o "Montaña sagrada".[2] En los años 1960, el Gobierno de Nepal dio a la montaña un nombre oficial en nepalí: Sagarmatha (सगरमाथा), que significa "cabeza del cielo".
En 1865, el británico Andrew Waugh, topógrafo general británico de la India, le dio el primer nombre inglés a la montaña. Anteriormente se denominaba como "pico gamma", "pico b", "pico afilado h" o "Pico XV". En aquella época, tanto el Nepal como el Tíbet se mantenían cerrados a los viajeros extranjeros. Respecto al nombre de la montaña, Andrew Waugh escribió:
El Coronel George Everest, el jefe y respetado predecesor en el cargo, me recomendó asignar el auténtico nombre nativo o local a cada elemento geográfico, pero aquí se encuentra una montaña, probablemente la más alta del mundo, que no cuenta con ningún nombre local que hayamos podido descubrir y cuyo nombre nativo, si existe, probablemente no lo encontraremos hasta que nos sea permitido penetrar en el Nepal. Mientras tanto es mi deber y mi privilegio asignar un nombre por el que sea conocido entre ciudadanos y geógrafos y convertirse en un nombre conocido en las naciones civilizadas.
Waugh decidió que el nombre de la montaña fuera el de su predecesor, George Everest, primero utilizando la ortografía Mont Everest, y posteriormente Monte Everest. Curiosamente, la pronunciación actual de Everest difiere de la pronunciación original del apellido de "Sir George Everest" .
A principios de los años 1960, el Gobierno de Nepal se dio cuenta de que el Monte Everest no tenía nombre nepalí. Ello es así porque la montaña no era conocida ni tenía nombre en Nepal, es decir, en el Valle de Katmandú y áreas circundantes, y comenzó a buscarle un nombre. El nombre tibetano/sherpa no era aceptable, ya que iba en contra de la política de nepalización del país, así que se inventó uno nuevo, Sagarmatha (सगरमाथा), creado por Baburam Acharya.
En 2002, el periódico chino Diario del Pueblo publica un artículo pronunciándose en contra del uso constante del nombre inglés en Occidente, insistiendo que debería utilizarse su nombre tibetano. El periódico argumentaba que el nombre chino (realmente un nombre tibetano) es anterior al inglés, ya que el nombre "Monte Qomolangma" se encuentra marcado en mapas chinos con una antigüedad de 280 años.
La fosa de las Marianas es la más profunda fosa marina conocida y el lugar más profundo de la corteza terrestre. Tiene su origen en un proceso de subducción. Se localiza en el fondo del Pacífico noroccidental, al sureste de las islas Marianas (11°21′N 142°12′E / 11.35, 142.2), cerca de Guam. La fosa fue visitada por primera vez en 1951 por la fragata de la Marina Real Británica Challenger, que da el nombre a la parte más profunda de la fosa, el Abismo Challenger. Usando ecolocalización, se midió una profundidad de 11.012 m en 11°19′N 142°15′E / 11.317, 142.25.
En 1957, la nave sovietica Vityaz reportó una profundidad de 10.934 metros. En 1962, el M.V. Spencer F. Baird registró una profundidad de 11.022 metros.
Islandia.
En la foto, se ve la placa Norteamericana y la Euroasiática saliendo del "manto", lo que significa una extensión progresiva de Islandia "hacia fuera".
La isla de Islandia y su plataforma son la eminencia que constituye un nudo orográfico submarino entre la cordillera submarina llamada Dorsal de Reykjavik al suroeste y la Dorsal Occidental de Jan Majen, tales dorsales ( que son segmentos septentrionales de la Dorsal Media del Atlántico ) señalan la zona de contacto de la Placa Euroasiática al este y la Placa Norteamericana al oeste; en la isla principal la separación de ambas placas se nota por los valles de los ríos Thjórsá (en la mitad sudoeste) y Skjálfandafljót (en la mitad noroeste), esta hendidura se separa continuamente unos pocos milímetros cada siglo según la tectónica de placas. Por otra parte la isla se ubica sobre una gigantesca caldera magmática.
Islandia es uno de los países con más actividad volcánica. Hay alrededor de 200 volcanes post-glaciares, de los cuales al menos 30 han hecho erupción desde que el país fue establecido en el siglo IX d. C. En promedio una erupción tiene lugar cada cinco años.
El más famoso volcán islandés es el Hekla conocido en el mundo cristiano de la Edad Media como la morada de los condenados. Desde su primer erupción registrada en 1104, la que destruyó vastas áreas, incluyendo el poblado de Þjórsárdalur, Hekla ha entrado en erupción 17 veces causando gran daño en la campiña circundante. Al comienzo de su erupción en marzo de 1947 la columna de fuego y cenizas ascendió a 30.000 m y hubo nuevas erupciones en 1980 y 1981.
El anell de foc (Kilauea).
KILAUEA
El Kilauea, es uno de los volcanes más grandes del planeta y uno de los cinco volcanes que forman la isla de Hawái, junto con los volcanes Mauna Kea, Mauna Loa, Hualalai y Kohala.
Está situado en la parte sur de la isla de Mauna Loa (Hawái). El edificio volcánico tiene una altura de 1.111 m y la caldera una profundidad de 165 m y un diámetro entre 3 y 5 km.
Los nativos consideran a este volcán el hogar de la diosa Pelé, diosa del Fuego.
Este volcán está monitorizado desde el Observatorio Volcánico de Hawái. Es un volcán muy activo, que ha permanecido en erupción casi constantemente. No es raro que permanezca activo durante años o decenios. La última erupción se inició en 1983 y persiste en 2009.
Aunque sus erupciones suelen ser efusivas, emitiendo grandes cantidades de lava fluida pero con escasa explosividad, y por tanto pocos riesgos para las personas, en épocas históricas ha sufrido varias grandes explosiones, la última en 1824. En 1790 una gran explosión, de IEV 4, causó entre noventa y varios millones de víctimas.
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